Después de abandonar Namche Bazar, donde se ha pernoctado las dos últimas noches, el grupo de doce expedicionarios tomó el sendero clásico hasta la montaña más alta del mundo, desde donde también se asoma el imponente perfil del Cho Oyu, de 8.200 metros de altitud.
En total, más de 1.300 metros de escalada acumulada concentrados en quince kilómetros de senderos imposibles, atravesando caudalosos ríos, generosas cascadas y empinadas cuestas. El camino hasta los colosos nepalíes comienza a ser mucho más irregular, lo que se suma al descenso de temperatura y las condiciones extremas de la alta montaña, haciendo más complejo el trayecto hasta la cumbre.
Aún en fase de aclimatación a la altura, el objetivo de la jornada era alcanzar los 4.000 metros, para hacer noche en Phortse, a 3.680. Sin embargo, el itinerario marcaba el paso por el poblado Mong-la (3.975 metros) para un breve avituallamiento antes de bajar a un profundo barranco de camino al pueblo final.
Tras alcanzar la barrera de los 4.000 metros, el grupo comienza a sentir los rigores de la altura en la cordillera más alta del mundo. Dolor de cabeza, náuseas o falta de apetito son algunas de las consecuencias que empiezan a hacerse notar. Sin embargo, todos llegaron a primera hora de la tarde a Phorste con normalidad. Lo lograron tras tropezarse con el Cho Oyu, primer ochomil en el que hizo cima Javier Cruz, uno de los dos canarios que lo ha conseguido. Cruz no pudo evitar una emocionada retrospectiva.
Los miembros de la expedición Ralons Gran Canaria hoy seguirán ascendiendo hasta Machhermo, a 4.200 metros. La climatología, que anuncia lluvias en la zona y nevadas intensas, será otro condicionante tras días de sol y clima benigno en las tierras de Nepal.
Fuente y Foto: Alberto Artiles( Canarias7)
Fuente y Foto: Alberto Artiles( Canarias7)
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