Por la pinta impone. 1,85 centímetros, unos 88 kilos, buen cabeceador, fuerza física, potente para el choque, perfecto para el juego aéreo, un Javi Martínez para la medular o un Pepe en el central. El nuevo fichaje de la UD Las Palmas, presentado ayer en la portada de un diario local, ha creado el desconcierto en los rivales del equipo amarillo para el ascenso. De repente, han caído en el desaliento Alcorcón, Almería, Villarreal y Girona, sorprendidos por la brillante jugada de Miguel Ángel Ramírez, un diamante en bruto capaz de liderar el eje donde se parte el bacalao, un portento de la división de honor que pronto volverá a ella.
La ciudad es un runrún que no cesa. La revelación de ayer, con el contundente e indescriptible mensaje supone un salto en la imaginación de una afición que no terminaba de creerse del todo las aspiraciones del equipo. Lobera piensa que es demasiado para él. Ese tipo en el vestuario será un artículo de fe, alguien al que agarrarse cuando las cosas vayan mal. Ya lo ha descartado para un lateral o para cualquiera de los extremos. Le falta rapidez. Es como un armario empotrado que mortifica a los gladiadores contrarios a base de empuje y virilidad.
Aunque no está excesivamente dotado para el toque, ni tampoco para el arabesco del regate, ni para ser el flexible media punta que da el último pase, su rocosa actitud, colocándose por delante de la defensa como si fuera un Félix de barrio, o bien incrustado en ella como un revival de Paco Castellano, levanta el ánimo de sus compañeros cuando vienen mal dadas, cuando el partido es de hombres y hay que meter la pata en los lugares más peligrosos…, cuando se trata de intimidar al contrario y empujarlos contra la pared.
Francisco J. Chavanel C7
Enhorabuena a la UD Las Palmas por este nuevo defensor de nuestro equipo...
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